Lo que el Camino Santiago ha unido...

Ella, sueca, residente en Nueva York; él, de Jerez, con domicilio en Florida, hacecuatro años se conocieron en el Camino de Santiago y ayer se casaron en Logroño.

Osa Remenyi, nació en Suecia, residía en Nueva York y en 2005 haciendo el Camino de Santiago a pie y en solitario, conoció a Sergio Romero, un peregrino jerezano residente en Florida. «Nuestros caminos se cruzaron en Puente la Reina», comenta él.
Otro compañero de fatigas se encargó de presentarles. Ese día caminaron juntos pero, al finalizar la jornada, cada uno se fue por su lado. Fue en la etapa hacia Logroño cuando «conectamos de una manera increíble» y al llegar a la capital riojana decidieron tomar unos vinos en la «famosa» calle Laurel.
Ya de noche, al regresar, se encontraron el albergue cerrado, era imposible entrar y la Policía Local les recomendó pasar la noche en el hotel Marqués de Vallejo. «Nos conocíamos muy poco y no teníamos confianza pero ya entonces notamos algo especial», así que decidieron pasar la noche en el hotel. A partir de allí, nadie les separó. «Seguimos haciendo el Camino juntos» hacia Santiago.
La ruta por EEUU
Nada más aterrizar en Florida, Sergio no se lo pensó mucho, alquiló una furgoneta e inició otro camino particular, recorrió los 2.000 kilómetros que separan este estado del sur de EEUU de la ciudad de Nueva York. «Recogí sus cosas y, por supuesto, a ella» y otros 2.000 kilómetros de vuelta al que hoy es su hogar. «Para entonces ya habíamos decidido que queríamos seguir caminando juntos», metaforiza Sergio.
Fue una boda íntima, muy íntima, los novios, la concejala de Participación Ciudadana, Inmaculada Sáenz, que oficiaba la ceremonia; el primer teniente de alcalde, Ángel Varea, que entregó los anillos, dos testigos y el improvisado fotógrafo. Quizá difícil de comprender para los familiares de Osa y Sergio, aunque, según relata él -ella apenas habla castellano- «entienden que nuestra historia tenía que ser así», porque su amor «nació de una manera muy especial, era nuestro camino acabarlo así y había que recorrerlo», detalla.

(Notícias de Logroño)