
La luz vino al mundo, cuando el Hijo de Dios se hizo hombre, para compartir nuestra vida y conducirnos a Dios.
El peregrino inicia cada día su andadura a primera hora, en busca de la luz. Mientras camina, le asiste Dios, que le ofrece su luz y su fuerza, y otros caminantes, que le estimulan y acompañan. Al final del Camino, se encontrará con Santiago, uno de los amigos más cercanos a Jesús, que llevará al encuentro con Cristo, “la luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene de este mundo”.
La Torre de la Berenguela mostrará a quien se acerca a la Catedral de Santiago, a lo largo de todo el Año Santo, una luz que simboliza la luz de corazón, que anidará en el peregrino que busca, arrepentido de sus pecados, la gracia de Dios. Esa luz será como un anuncio de que aquí, en la meta del Camino de Santiago, se encuentra la luz para el hombre, una luz que lleva al ser humano a la madurez, a la salvación y a la vida sin fin.
Oi Manoel!
ResponderExcluirRealmente é uma bela cerimonia cheia de simbolismos que tocam a gente.
Quem sabe consigo ir na proxima abertura da Porta Santa.
abs
Vania